miércoles, 28 de abril de 2010

De abril a abriles



Estos versos son una ¿traducción? caprichosísima de una canción de Bob Dylan -Forever young-. Como verán, a la hora de escribirlos, la canción se volvió apenas en un vago referente. Lo cierto es que quería escribirle unos versitos bien rimados a mi hermano Carlitos Fallas por su cumpleaños número 30 -que es lo que se me da para homenajear tales sucesos- pero no me salía ná de ná, así que la canción sirvió de andadera para estos versos pringados de palabras anacrónicas.

De abril a abril
A Carlitos

Que te tengan a bien los dioses,
que el joker sea tu rey de espadas,
que en tu voz se oigan las voces
de los que atienden tus llamadas.
Aún sumen los meses lo que roben,
que subir no sea bajar quijada
y cada abril te encuentre joven.

Que se tiñan tus aladares
con polvo de pan repartido,
que entibien tus soledades
brazos de luz y de sonido.
Que un joyero, avezado en marfiles,
cubra tus huesos contra el frío
y joven te hallen los abriles.

Que tus manos no se abstengan
de tocar lo que el aire arropa,
que tus pies, firmes, te sostengan
si Nimrod habla por tu boca.
Que un corazón crudo, de barril,
dore lo que sirvan en tu copa
y seas más joven cada abril.

Abril 2010


Forever Young

May God bless and keep you always,
may your wishes all come true,
may you always do for others
and let others do for you.
May you build a ladder to the stars
and climb on every rung,
may you stay forever young.

May you grow up to be righteous,
may you grow up to be true,
may you always know the truth
and see the lights surrounding you.
May you always be courageous,
stand upright and be strong,
may you stay forever young.

May your hands always be busy,
may your feet always be swift,
may you have a strong foundation
when the winds of changes shift.
May your heart always be joyful,
may your song always be sung,
may you stay forever young.

Bob Dylan

viernes, 23 de abril de 2010

Un poema de José Hierro (1922-2002)


Destino Alegre
De "Tierra sin nosotros" (1947)

Nos han abandonado en medio del camino.
Entre la luz íbamos ciegos.
Somos aves de paso, nubes altas de estío,
vagabundos eternos.
Mala gente que pasa cantando por los campos.
Aunque el camino es áspero y son duros los tiempos,
cantamos con el alma. Y no hay un hombre solo
que comprenda la viva razón del canto nuestro.

Vivimos y morimos muertes y vidas de otros.
Sobre nuestras espaldas pesan mucho los muertos.
Su hondo grito nos pide que muramos un poco,
como murieron todos ellos,
que vivamos deprisa, quemando locamente
la vida que ellos no vivieron.

Ríos furiosos, ríos turbios, ríos veloces.
(Pero nadie nos mide lo hondo, sino lo estrecho.)
Mordemos las orillas, derribamos los puentes.
Dicen que vamos ciegos.
Pero vivimos. Llevan nuestras aguas la esencia
de las muertes y vidas de vivos y de muertos.
Ya veis si es bien alegre saber a ciencia cierta
que hemos nacido para esto.