jueves, 24 de marzo de 2011

Un original, una versión y una impostura (Violeta, Joaquín, pelele)



La Carta
(Violeta Parra)

Me mandaron una carta
por el correo temprano,
en esa carta me dicen
que cayó preso mi hermano,
y sin lástima, con grillos,
por la calle lo arrastraron, sí.

La carta dice el motivo
de haber prendido a Roberto
haber apoyado el paro
que ya se había resuelto.
Si acaso esto es un motivo
presa voy también, sargento, si.

Yo que me encuentro tan lejos
esperando una noticia,
me viene a decir la carta
que en mi patria no hay justicia,
los hambrientos piden pan,
plomo les da la milicia, sí.

De esta manera pomposa
quieren conservar su asiento
los de abanico y de frac,
sin tener merecimiento,
van y vienen de la iglesia
y olvidan los mandamientos, sí.

Habrase visto insolencia,
barbarie y alevosía,
de presentar el trabuco
y matar a sangre fría
a quien defensa no tiene
con las dos manos vacías, si.

La carta que he recibido
me pide contestación,
yo pido que se propale
por toda la población,
que el «león» es un sanguinario
en toda generación, sí.

Por suerte tengo guitarra
para llorar mi dolor,
también tengo nueve hermanos
fuera del que se engrilló,
los nueve son comunistas
con el favor de mi Dios, sí.




Violetas para Violeta
(J. Sabina)

La página de sucesos
del Mercurio y La Estafeta,
entre dietas para obesos,
chismes y falsos profetas,
confirmaba que sin besos
se marchitan las violetas.

Maldigo del alto cielo
que nos expropió su canto,
sus décimas, su pañuelo,
su quinchamalí, su llanto,
viola de chicha y pomelo,
cacerolas del espanto.

Habráse visto insolencia,
cinismo y alevosía,
contaminan la decencia,
secuestran la fantasía,
cuando clama la inocencia
llaman a la policía.

Lo dijo Violeta Parra,
hermana de Nicanor,
por suerte tengo guitarra
y sin presumir de voz,
si me invitan a una farra
cuenten con mi corazón.

Volaron desde Chicago
unos gringos con corbata
y en una suite de Santiago,
sin pisar Chuquicamata,
defecaron en mi pago,
sobraban las serenatas.

Más sola que una maleta
olvidada en la Gran Vía,
desde que se fue Violeta
enlutando la poesía,
se ensañan con los poetas
las faltas de ortografía.

La cuequita de mi Chile,
los listos de Guasingtón,
la marchitan con fusiles
que acribillan la razón,
malaya sean los desfiles
y el cristo que los fundó.

Los pobres no somos ricos
ni el cobre es más que la greda,
la libertad cierra el pico
desde que hay toque de queda,
pregúntale a los milicos
qué hicieron en La Moneda.




Álbum de familia
(Impostura cantable con la música de “La Carta” de Violeta Parra)

Este mundo es de paso,
lo sabe el que camina:
arrastra el sol al ocaso,
bendícete con la ruina
que pringa gloriosa el vaso
de las noches josefinas,
yeah!

Olvida más que recuerda
mi padre en una poltrona,
mi madre (que Dios la entienda)
se corona y se destrona:
-“guarda a mi familia cuerda”-
le rezan a La Llorona,
yeah!

Mientras su hijo -el del medio-
queriendo hacer poesía,
se inscribe en cursos de tedio
y se escarcha la apatía:
colecciona con asedio
manuales de ortografía,
yeah!

Mi hermanastro es hidalgo
de la mancha de la tinta,
mi prima, por hacer algo,
hace andamios y los pinta:
el uno tiñe mis blancos,
la otra sostiene mi quinta,
yeah!

El otro enero me dijo,
feliz mi primera esposa
que un Caín y un Abelito
le tenían el vientre rosa,
y yo que no quería hijos:
gemelitos ¡qué es la cosa!
¡Ay!

Perro que ladra no muerde,
más vale hoy que mañana,
el que se enoja pierde,
mordida está la manzana
del pecado que remuerde
al que no ha mordido nada,
yeah!

Así se abren las puertas
de la casa y así se cierran,
si mis tías se hacen las muertas
sus maridos las entierran;
y un día nuevo despierta
de este lado de la tierra,
yeah!

Eduardo Valverde
Marzo 2011

2 comentarios:

Jenaro dijo...

jaja!!!! simpaticón y dulce!!!!!

raaul dijo...

Qué peso sostener la quinta!!!! Jeje ;)