jueves, 29 de octubre de 2009

Para Lau... para Carlitos

Hoy me gusta la vida mucho menos,
pero siempre me gusta vivir: ya lo decía.
Casi toqué la parte de mi todo y me contuve
con un tiro en la lengua detrás de mi palabra.

Hoy me palpo el mentón en retirada
y en estos momentáneos pantalones yo me digo:
¡Tanta vida y jamás!
¡Tantos años y siempre mis semanas...!
Mis padres enterrados con su piedra
y su triste estirón que no ha acabado;
de cuerpo entero hermanos, mis hermanos,
y, en fin, mi ser parado y en chaleco.

Me gusta la vida enormemente
pero, desde luego,
con mi muerte y mi café
y viendo los castaños frondosos de París
y diciendo:
Es un ojo éste, aquél; una frente ésta, aquella...
Y repitiendo:
¡Tanta vida y jamás me falla la tonada!
¡Tantos años y siempre, siempre, siempre!

Dije chaleco, dije
todo, parte, ansia, dije casi, por no llorar.
Que es verdad que sufrí en aquel hospital que
queda al lado
y está bien y está mal haber mirado
de abajo para arriba mi organismo.

Me gustará vivir siempre, así fuese de barriga,
porque, como iba diciendo y lo repito,
¡tanta vida y jamás! ¡Y tantos años,
y siempre, mucho siempre, siempre, siempre!


César Vallejo de Poemas humanos

lunes, 19 de octubre de 2009

Muchachas I


Ausencia con sombrillas. Maritza Verdaguer

Cómo llorabas cuando el viento
se ponía de tu parte y eras ese montón de muchachas
que amenazaban a la lluvia con sombrillas
y nos saludábamos como dos asesinos del sol
que asistían al derrumbe de la tarde sin ganas de morirse
cuando todos los fríos llevaban a diciembre.

Por supuesto que nada de eso fue así
porque en los recuerdos las noches son siempre más oscuras
y los trenes son a penas un silbido que se aleja
y en todos los aleros hay un gato amarillento a punto de fundirse con las sombras
y los peatones van borrosos por la acera
a imagen y semejanza de dios
con un tintineo de llaves en los bolsillos
y vos cargás la jaula de un pájaro violento en tu bolso
y yo te prometo un poema que no es este.

lunes, 12 de octubre de 2009

Cursilerías tópicas para brindar y/o rezar


Los primeros amores de las putas,
el desconsuelo de los asesinos,
la halitosis de héroes anodinos,
el té de yerbabuena con cicuta,

los álbumes de fotos del suicida,
el día de pago del sepulturero,
el nido del pichón de mal agüero,
la bala que salió bala perdida,

el rencor de la madre de sus hijos,
el condón del taxista en la guantera,
la mulita con coca en alijos,

la iglesia, el campanario de frontera,
el sabio que miente en acertijos,
la mosca delirando en la sopera.

lunes, 5 de octubre de 2009

Family business

En el marco
la manzana nutre la alquimia de la mosca

le he dicho a mi hermano que lo quiero
sin convicción aunque sea cierto
por supuesto no me cree
pero me abraza sin alfileres en las manos
y mira que hay en mis espaldas

así estamos en el mundo
cicatrizados y huérfanos
con el hipo diluyéndose en la sangre
que no hemos de beber,
sin ninguna ofrenda que justifique el humo
que nos brota de la boca y nos deleita.

A pesar mío
siempre acabo borracho y solemne
estas noches en que hay que acomodar
a los malabaristas y pregoneros derrotados
en un taxi porque ya no quedan prórrogas
en la colmena chamuscada de las colillas.

La casa aguarda al final del importe del taxímetro,
antes de marcharme pago la cuenta
y le ofrezco a mi hermano la manzana que no morderá
a sabiendas de que esas frutas es mejor
dejarlas caer por descuido en un caño.