martes, 26 de agosto de 2008

Dragones en la noche

Le sorbo el ánima al tabaco
como un desquiciado que le teme al corazón.
Quiero reventar.

Entro a los cafés y escribo:
No ser la mosca sino el vuelo
jamás el vino: la embriaguez
nunca la tinta ni el papel


Hay un sol de sombras rodeando el cenicero
con mujeres que titilan brevemente en su núcleo.
Desde niño me propuse amueblarme la orfandad
con un barco pirata ardiendo en el atlántico
y no llorar hasta llegar a los desiertos

En las mesas
la gente lleva horas moviendo sus cabezas,
parecen globos nerviosos en el aire.

Al fin
la tarde se ha quitado su vestido

quiero servirme el fuego en la garganta
y escupirle dragones a la noche.

6 comentarios:

C.A. Fallas dijo...

Muy bueno!!!!! me gusta el ambiente las imágenes me recordaron un poco "La náusea" , una parte con la cerveza que ahora no me acuerdo bien. Y un poco triste también.

C.A. Fallas dijo...

Me cuadro también la nueva pic.

Pelele dijo...

Gracias flacón. De hecho, Roquentin era uno de esos con cabeza de globo nervioso en el café

Anónimo dijo...

hay algo de testimonial que me encantó, se dijera que es como una poesía ocular, aunque el autor, de seguro, prefiera la pupila al ojo.

C.A. Fallas dijo...

Jenaro me gustó eso de la poesía ocular, será que también hay una literatura ocular?.......y a ¿qué viene la diferencia enter el ojo y la pupila?

Pelele dijo...

Pues sí, sueno bonito, aunque sin darle mucha máquina también suena a periodismo... Claro que prefiero las pupilas, así jovencitas y de aprendizaje lento.