Le sorbo el ánima al tabaco
como un desquiciado que le teme al corazón.
Quiero reventar.
Entro a los cafés y escribo:
No ser la mosca sino el vuelo
jamás el vino: la embriaguez
nunca la tinta ni el papel
Hay un sol de sombras rodeando el cenicero
con mujeres que titilan brevemente en su núcleo.
Desde niño me propuse amueblarme la orfandad
con un barco pirata ardiendo en el atlántico
y no llorar hasta llegar a los desiertos
En las mesas
la gente lleva horas moviendo sus cabezas,
parecen globos nerviosos en el aire.
Al fin
la tarde se ha quitado su vestido
quiero servirme el fuego en la garganta
y escupirle dragones a la noche.
6 comentarios:
Muy bueno!!!!! me gusta el ambiente las imágenes me recordaron un poco "La náusea" , una parte con la cerveza que ahora no me acuerdo bien. Y un poco triste también.
Me cuadro también la nueva pic.
Gracias flacón. De hecho, Roquentin era uno de esos con cabeza de globo nervioso en el café
hay algo de testimonial que me encantó, se dijera que es como una poesía ocular, aunque el autor, de seguro, prefiera la pupila al ojo.
Jenaro me gustó eso de la poesía ocular, será que también hay una literatura ocular?.......y a ¿qué viene la diferencia enter el ojo y la pupila?
Pues sí, sueno bonito, aunque sin darle mucha máquina también suena a periodismo... Claro que prefiero las pupilas, así jovencitas y de aprendizaje lento.
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