Pensamos fuerte en un silbido
para salirnos del silencio
estiramos la mano
para descubrir que no estamos ahí
que quizá esa mujer o ese amigo
son el único abandono
que podremos permitirnos
como si fuésemos forasteros
aprendimos a leer en el ladrido de los perros
y a hacernos de comer
bebemos agua de fiado
y aceptamos por cortesía el email
y números telefónicos de las personas buenas
el calor propio nunca es suficiente al amanecer
tras inspirar hondo el frío
le damos la espalda al sol
porque así es como se hace de donde venimos.
3 comentarios:
Me recordó ese poema de Vallejo (venía en Trilce) que inciaba (más o menos así) como una interrogación susurrante y perturbardora: "estáis muertos, que manera de estarse muertos".
Sobre todo lo digo por la última estrofa
"Estáis muertos.
Qué extraña manera de estarse muertos.
Quienquiera diría no lo estáis. Pero, en verdad, estáis muertos.
Flotáis nadamente detrás de aquesa membrana que, péndula del zanit al nadir, viene y va de crepúsculo a crepúsculo, vibrando ante la sonora caja de una herida que a vosotros no os duele. Os digo, pues, que la vida está en el espejo, y que vosotros sois el original, la muerte.
Mientras la onda va, mientras la onda viene, cuán impunemente se está uno muerto. Sólo cuando las aguas se quebrantan en los bordes enfrentados y se doblan y se doblan y doblan, entonces os transfiguráis y creyendo morir, percibís la sexta cuerda que ya no es vuestra.
Estáis muertos, no habiendo antes vivido jamás. Quienquiera diría que, no siendo ahora, en otro tiempo fuisteis. Pero, en verdad, vosotros sois los cadáveres de una vida que nunca fue. triste destino. El no haber sido sino muertos siempre. El ser hoja seca sin haber sido verde jamás. Orfandad de orfandades.
Y sin embargo, los muertos no son, no pueden ser cadávers de una vida que todavía no han vivido. Ellos muerieron siempre de vida.
Estáis muertos."
Qué grande el peruaniuto del perú!
Puta con esa poesía hasta que dan ganas de estarse muerto.
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