viernes, 13 de agosto de 2010
Rojo y tizne
El niño filipino Badong* cree
que es tristísima la marea que erosiona
los muros de esa casa nueva e inacabada donde él
ha imaginado con su hermano papeles tapiz
y aromas en volutas de cocido.
Es tristísimo –piensa- que su madre
cepille el cabello de una niña que no sabe decir
bike en tagalo
-bi-ci-cle-ta- repite alegre la niña
que Badong imagina suave como pan fresco,
radiante como huevo frito.
¡Ay, Badong! Le dice su madre por teléfono
y Badong llora tratando de imaginar
los ascensores que bajan y que suben
en ciudades que se llaman Bigapple
o Neversleeps.
Badong es bueno y triste
por eso aprendió a maravillarse con el fuego
viéndolo enrojecer las maderas bajo
los ollones de caldo y verdura
hasta convertirlas en un tizne negro
que usa para escribir palabras como
Queens o Brooklyn o Subway en el muro
más gastado de la casa nueva.
*de la película Mammoth
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2 comentarios:
Mammoth es una película maravillosa, creo que no se dice suficiente de ella.
Me encantó encontrar esto acá, y empezar con la imagen de la casa en construcción... siempre en construcción, como viven todos los personajes: inacabados.
Gracias Ana. Efectivamente es una peli muy buena pero poco visitada. Algunos la comparan con Babel, y ciertamente aborda los mismos temas, sin embargo Mamut me resulta menos efectista y grandilocuente, más "honesta" si se quiere.
Gracias por pasar
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