miércoles, 22 de agosto de 2012

Fábula de los rostros en el agua (basada en hechos reales)

Foto: Marc Riboud


Un texto bastante viejo, reescrito con ominosas intenciones.

Primero revolvió los cielos con fuegos nocturnos, calzó puntas de rayo en sus lanzas y creció espigas de sol. Luego, miró su rostro en el agua, pero para reconocerse desembarcó en costas de verde y hielo y pisó a caballo las arenas de un astro viejo. Antes de soñar con el abismo, soñó muros de barro y mausoleos erosionados, esculpió las almas en el bronce y las maderas e iluminó la muerte en las aulas y los lienzos. Creyó que eran su sombra las distancias que se alargaban a sus pies. Creyó escuchar a los niños repetir en sus cánticos su nombre. Le dio vida a los espejos mudando de sombrero de siglo en siglo, pensó que los animales acudirían a su nombre y embotelló galaxias en el kilobyte para venderlas en los souvenir-shops. 
Hoy vino al mundo en una habitación ornamentada con metales esterilizados. Ya habían periódicos del día envolviendo rollos de culantro en los mercados cuando abrió los ojos por primera vez.

domingo, 19 de agosto de 2012

Los perros de la lluvia (T.Waits)



Estuve dentro de un reloj roto,
desparramando el vino
con los perros de la lluvia.

¡Taxi! mejor caminamos.

Me apiñé bajo un techo con los perros de la lluvia
porque soy uno de ellos.

¡Cómo bailamos hasta tragarnos la noche!
Todo estaba dispuesto para soñar.
¡Cómo bailamos hasta alejarnos de las luces!
Siempre hemos estado locos.

Anduve pateando basureros
donde naufragan los trenes
con los perros de la lluvia.

El ron  corría parejo.

Abro mi paraguas para ellos
porque yo también soy un perro de la lluvia

¡Cómo bailamos con “The rose of Tralee”!
Su pelo negro como un cuervo.
Cómo bailamos mientras me decías al oído
“nunca volverás a casa”.

(Traducción: Pelele)