En el marco
la manzana nutre la alquimia de la mosca
le he dicho a mi hermano que lo quiero
sin convicción aunque sea cierto
por supuesto no me cree
pero me abraza sin alfileres en las manos
y mira que hay en mis espaldas
así estamos en el mundo
cicatrizados y huérfanos
con el hipo diluyéndose en la sangre
que no hemos de beber,
sin ninguna ofrenda que justifique el humo
que nos brota de la boca y nos deleita.
A pesar mío
siempre acabo borracho y solemne
estas noches en que hay que acomodar
a los malabaristas y pregoneros derrotados
en un taxi porque ya no quedan prórrogas
en la colmena chamuscada de las colillas.
La casa aguarda al final del importe del taxímetro,
antes de marcharme pago la cuenta
y le ofrezco a mi hermano la manzana que no morderá
a sabiendas de que esas frutas es mejor
dejarlas caer por descuido en un caño.
3 comentarios:
Que me ha gustado. Lo de la casa al final del taxímetro. Lo de la manzana en el caño.
Gracias bro!
"le he dicho a mi hermano que lo quiero sin convicción aunque sea cierto" En este pasaje se encierra la desazón del mundo!!
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