domingo, 25 de enero de 2009

Preguntas antes de dormir

¿O será una fiebre de ángeles
contraída accidentalmente?
Silvio Rodriguez

¿Recuperar?
¿se ha perdido algo?
¿por dónde hemos muerto la primera vez?
¿por la uña? ¿por el perro?

¿Disculparnos con el auditorio?
¿devolver lo robado? ¿las largas cartas
de los viajeros? ¿el pálpito profundo de las minifaldas?

¿Repetirse en los niños? ¿en los espejos?
¿contar las prehistorias de la arena?
¿arena de las playas? ¿de los desiertos?
¿de los cartílagos del corazón?

¿Divulgar el primer amor de los rencores?
¿la polvareda de la alegría diminuta?
¿el epitafio de los dioses extraviados? ¿la flacidez
de los que no enterramos?

¿Develar la noche absoluta?
¿sus trenes aparcados? ¿sus famélicas derrotas?
¿la inmovilidad familiar de sus estatuas?
¿despuntar las sombras hasta hallar lo oscuro?

¿Acudir al preludio de los tiroteos con candor fingido?
¿presentir las calles desde un vientre?
¿desde un ascensor que ha de abrirse justo cuando?
¿suponer que cuando ladra
el horizonte está lleno de perros?
22ene2009

2 comentarios:

C.A. Fallas dijo...

Es como si los epílogos, siempre tuvieran que ser nostálgicos... es un sentimiento un poco incómodo. ME gusto. abrazo

Jenaro dijo...

Esa ultima de línea está hermosa. Insisto en el asunto de lo artesanal: no le sobra nada, no le falta nada. Se dijera que el textito puede ser la mesa de noche que nos heredó el abuelo. O acaso un bonito lapiz de carpintería con el que quisimos dibujar algo que se desinfla por las noches! Me gusta