lunes, 14 de abril de 2008

Réquiem por (si) las moscas


Réquiem por (si) las moscas

Una mosca es todas las moscas y al revés. Insoportable vuelo salvaje en territorio aéreo doméstico. Los manuales dicen que tienen muchos ojos. ¡Quién se ha visto en el ojo de una mosca! ¡Maldito sea su ulular errático y sus depósitos! ¡Maldito su impertinente zigzagueo, su imperceptible masticar, su frotación de los bigotes!

Yo tuve una mosca alguna vez en una jaula para moscas con su columpio de hidrosilicato y su cuenco de agüita azucarada. ¡Jamás aprendió a cantar! Murió de vieja sin darme tiempo siquiera de ponerle su nombre de pila.
Dios la tenga en su sopa.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Debo al (des)-favor de un viernes de resaca, el hallazgo de este réquiem que nada tiene que ver con el de Mozart; recuerdo que lo leimos juntos luego de que la anfitriona preparó tostadas y café, luego del cumpleaños "bolereado" y trasnochado de otro pelele (no menos célebre, por cierto), luego de que las moscas del porvenir (también las de Sartre y las del pasado) se escondían atéridas en las hendijas de una gran expectación; recuerdo que lo leimos juntos (esta mierda está contradiéndome: donde yo veo una h no sé que putas ve el ordenador)